miércoles, 22 de abril de 2009

NUNCA TE DESANIMES

El único sobreviviente de un naufragio llego a la playa de una diminuta y deshabilitada isla. Pidió fervientemente a Dios ser rescatado, y cada día escudriñaba en el horizonte buscando ayuda, pero no parecía llegar.
Cansado, finalmente opto por construirse una cabaña de madera para protegerse de los elementos y almacenar sus pocas pertenencias.
Entonces un día, tras de merodear por la isla en busca de alimentos, regreso a su casa y encontró su cabañita envuelta en llamas, con el humo ascendiendo hasta el cielo. Lo peor había ocurrido, lo había perdido todo. Quedo anonadado de tristeza y rabia.
“Dios, ¿cómo pudiste hacerme esto?”-se lamento.
Sin embargo, al día siguiente fue despertado por el sonido de un barco que se acercaba a la isla. Habían venido a rescatarlo.
“¿Cómo supieron que estaba aquí?” –pregunto el cansado hombre a sus salvadores. “Vimos su señal de humo” –contestaron ellos.
Es fácil descorazonarse cuando las cosas marchan mal, pero no debemos desanimarnos porque Dios trabaja en nuestras vidas aun en medio del dolor y el sufrimiento. Recuerda la próxima vez que tu cabaña se vuelve humo, puede ser la señal de que la ayuda y la gracia de Dios viene en camino.

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